El año 1989 es, probablemente, el más decisivo de la reciente historia mundial. Hace 20 años todo cambió y lo hizo para siempre.
El día 3 de junio, poco antes de medianoche, Ruhollah Musawi, líder supremo de Irán, más conocido como el ayatolá Jomeini, muere en Teherán.
Al tiempo que los iraníes toman las calles con inefables muestras de dolor, el pueblo chino, en similar estado de shock, recibe las primeras noticias sobre los terribles hechos acaecidos durante las primeras horas de la mañana del día 4. Las tropas del Ejército Popular de Liberación chino habían dispersado las protestas estudiantiles de la plaza de Tiananmen de Pekín disparando a la multitud. La imagen de la fragilidad de aquel estudiante anónimo frente a los tanques del ejército dio la vuelta al mundo y se convirtió en símbolo de la lucha del pueblo chino por la libertad.
Ese mismo día 4, en Polonia, se viven unas elecciones históricas, las primeras semilibres del país. Por previo acuerdo, el Partido Comunista se quedará con el 65% del Parlamento. Walesa, logra el 100% de los escaños elegidos libremente, y 99 de los 100 escaños del Senado. La severa derrota da lugar a la formación del primer gobierno no comunista en Europa Oriental desde el final de la II Guerra Mundial.
Tan solo dos días después, el 6 de junio, muere otra figura internacional, el político húngaro János Kádár. Su muerte precipita el cambio en Hungría. En octubre deja de ser una República Popular y pasa a ser parlamentaria declarando el pluripartidismo.
El 9 de noviembre, tras 28 años, cae el muro de Berlín, lo que posibilitará la reunificación de Alemania sólo 11 meses después. El muro que separó a hermanos y dividió un continente no duró para siempre. Las imágenes de la felicidad tantos años deseada copan las portadas de todo el mundo. Miles de personas destruyen el muro con lo que tienen a mano ante la pasiva mirada de los ejércitos de ambos lados.
Finalmente, la perestroika de Gorbachov animó sin ambages a las Repúblicas Soviéticas a iniciar sus propios procesos de cambio y terminó por desintegrar la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el Telón de Acero y la Guerra Fría. El mundo como lo conocíamos desde 1945 había desaparecido.
En 1989, todos enloquecieron y corrieron hacia la libertad. La historia dio el pistoletazo de salida hacia la era de la tecnología, hacia la globalización, hacia el capitalismo salvaje. No todo fue bien en 1989 pero el mundo cambió para siempre y los grandes cambios no tienen vuelta atrás.